3.4.1. Humedad ambiental del invernadero

 

La humedad relativa dentro de un invernadero interviene en varios procesos, como; el amortiguamiento de los cambios de temperatura, el aumento o disminución de la transpiración, el crecimiento de los tejidos, la viabilidad del polen para obtener mayor porcentaje de fecundación del ovario de las flores y en el desarrollo de enfermedades y plagas. Cuanto más húmedo esté el ambiente, menos posibilidades existen de aumentar la evaporación y la transpiración de las plantas, a no ser que aumente la temperatura del ambiente. A mayor temperatura dentro del invernadero menor humedad relativa. A menor humedad relativa mayor consumo de agua.

 

 

Cuando la transpiración es intensa, como consecuencia de la falta de humedad en el ambiente o por las altas temperaturas, puede ocurrir mayor concentración de sales en las partes donde se realiza la fotosíntesis y quedar disminuida esta función (Serrano, 2002).

 

La transpiración de las plantas se da por medio de los estomas, junto con el intercambio gaseoso y la asimilación del CO2 atmosférico. Para ello las hojas deben mantener abiertos sus estomas y perder agua, si la pérdida de agua es elevada, cierran estomas y disminuye la asimilación de CO2, disminuyendo la tasa de fotosíntesis.

 

Cuando la humedad relativa es elevada, el agua se condensa en la parte alta del invernadero, por adentro de la cubierta, provocando goteo sobre los cultivos y creando condiciones favorables para el desarrollo de enfermedades. Humedad relativa alta y altas temperaturas son las condiciones ideales para el desarrollo de las enfermedades fungosas. Para evitar el goteo provocado por la condensación, actualmente ya se fabrican cubiertas de plástico con aditivos antigoteo, que hacen que el agua que se condensa en la parte superior escurra hacia los lados, donde es recolectada por canalillos colocados para ese fin.

 

El agua también puede condensarse sobre los bordes de las hojas de las plantas, esto ocurre durante la noche cuando la humedad del aire es alta y la temperatura de las hojas es más baja que la temperatura del aire circundante.

 

La humedad relativa se puede controlar y aumentar mediante sistemas de evaporación de agua, como nebulizadores, micro aspersores y muros húmedos o regando agua en el piso para que se evapore, disminuya la temperatura y aumente el contenido de humedad relativa.

 

En la tabla que se presenta a continuación se aportan datos sobre los contenidos de humedad relativa, dióxido de carbono e intensidad luminosa, necesarios para algunos cultivos comerciales. Como se puede apreciar en ese cuadro existen cultivos que requieren poca humedad relativa, como el jitomate que necesita entre un 50 a 60 % o las rosas y el crisantemo que se pueden cultivar con humedad relativa del orden del 14 al 25 %, mientras los anthurios pueden requerir hasta el 90 % de humedad.

 

Tabla 3.6. Niveles óptimos de CO2, humedad relativa y luz en algunos cultivos

 

Especie

CO2

Ppm

Humedad relativa

%

Intensidad de luz

Lux

Jitomate

1000 – 2000

50-60

10,000 - 40,000

Pepino

1000 – 3000

70-90

15,000 - 40,000

Lechuga

1000 – 2000

60-80

12,000 - 30,000

Clavel

500 – 1000

70-80

15,000 - 45,000

Rosa

1000 – 2000

14-16

A pleno sol

Crisantemo

400 – 1200

20-25

-

Anthurio Disfenbanquia

890 – 1200

85-90

A pleno sol

Fuente: Elías y Castellvi 2001; Serrano, 2002.

 

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