5.8.2.- Circulación eficiente del aire
Las raíces de las plantas, además de agua y nutrientes, requieren un suministro adecuado de aire que les proporcione el oxígeno necesario para la respiración. Cuando se usan sustratos orgánicos, los microorganismos presentes en los mismos consumen oxígeno por lo que el abastecimiento de aire debe ser más frecuente. Las células de las raíces y los microorganismos al respirar desprenden CO2 que es necesario desalojar del sustrato mediante el intercambio gaseoso que ocurre cuando circula el aire, esta renovación también puede darse por difusión de los gases en el agua durante los riegos.
La aireación está determinada por la porosidad del sustrato. La capacidad de movimiento de los gases dentro de sólidos como los sustratos depende de los espacios porosos y, estos están en función del tamaño y distribución de las partículas. Partículas grandes determinan espacios o poros de mayor tamaño, mismos que permiten una mejor aireación. Materiales de partículas pequeñas contienen espacios porosos de menor tamaño en los que el flujo de líquidos y gases ocurre lentamente. Por lo tanto, es recomendable usar sustratos que presente buena circulación de aire para lograr un buen intercambio de gases que beneficie a los cultivos.
