3.3.2.2. Formas de transmisión del calor
El calor se transmite de tres formas principales; la radiación, la conducción y la convección y en menor medida por reflexión. Estas formas, en la naturaleza, se pueden presentar combinadas afectando de diversas formas la termicidad de los invernaderos (Tesi, 2001).
Radiación. Es la emisión de energía, de los cuerpos calientes, como el sol, que se propagan en el espacio en forma de ondas electromagnéticas de diferente longitud de onda. El sol irradia energía que se transfiere a través del espacio a una velocidad aproximada de 300,000 km.s-1 y de esta forma llega a la tierra. Cuando un cuerpo se calienta irradia calor, todos los cuerpos de la tierra que absorben la energía del sol se calientan e irradian calor. Esta es la forma en que llega la mayor cantidad de calor a la tierra.
Conducción. La conducción es el flujo de calor a través de una sustancia o cuerpo, por ejemplo el acero es buen conductor del calor y la madera es un material mal conductor del mismo. La conducción de calor también ocurre cuando dos cuerpos de diferente temperatura se ponen en contacto, de manera que el más caliente cede calor al más frío. Los objetos y el piso del invernadero al calentarse aumentan su temperatura y cede calor al aire que entra en contacto con ellos.
Convección. La convección implica la transferencia de calor por medio de un agente en movimiento, ocurre mediante el movimiento de los fluidos como el aire y el agua, cuyas partículas se desplazan de las partes más calientes a las más frías, resultado del calentamiento al estar en contacto con una fuente de calor. El ejemplo más apropiado, en el caso que nos ocupa, es el aire que tiende a elevarse, dentro del invernadero, una vez que se calentó al entrar en contacto con la superficie del suelo, dejando un vacío que es ocupado por aire más frío y pesado. Esta es la dinámica de las corrientes convectivas, presentes en la naturaleza y mediante las cuales ocurre parte del movimiento de los gases dentro de los invernaderos.
Reflexión. La reflexión es el fenómeno que ocurre cuando parte de la energía, o algunas de las longitudes de onda, incluyendo las caloríficas son reflejadas por algunos objetos. Por ejemplo, la luna refleja parte de la energía que recibe del sol. Las nubes son elementos importantes de reflexión de la energía solar, afectando la cantidad de energía radiante que alcanza la superficie de la tierra. Los objetos con superficie lisa como los espejos son los cuerpos que reflejan mayor cantidad de energía. La reflexión de la energía por las cubiertas de los invernaderos está en función del tipo de material que se emplee y del ángulo de incidencia de los rayos solares sobre dicha cubierta.
Con ya se vio, la mayor cantidad de la energía que nos llega del sol es en forma de longitud de onda corta. Esta se transforma en energía de onda larga al ser interceptada por la superficie del suelo y los objetos, que la reflejan hacia la atmósfera en forma de longitud de onda larga o energía calorífica, aumentando la temperatura del aire superficial, tanto por contacto como por convección.
El calor captado por un objeto depende de la longitud de onda del flujo de energía incidente y de las características físicas y químicas del cuerpo que esté recibiendo el flujo de energía. Los cuerpos opacos o negros captan la mayor cantidad de tipos de longitud de onda de la energía luminosa, por el contrario, los cuerpos claros reflejan una gran cantidad de la luz que reciben. Un cuerpo liso puede reflejar la luz, mientras que un cuerpo rugoso refleja menor cantidad de energía, captando una gran cantidad de la luz que incide sobre el mismo transformándola en calor. El vapor de agua absorbe el calor, mientras mayor cantidad de vapor exista en una atmósfera, mayor será la absorción de calor. Esta circunstancia se aprovecha para enfriar los invernaderos mediante aspersiones de agua.
La cantidad de calor que entra al invernadero está en función de la cantidad de energía luminosa que penetre a través de la cubierta. Ésta se puede regular mediante mallas sombra colocadas por fuera de la cubierta de los invernaderos, también se controla mediante cubiertas opacas o pintando de blanco las cubiertas transparentes.