5.7.3.1.- Contenido de materia orgánica
Los sustratos minerales y de síntesis no contienen materia orgánica, mientras que en los materiales de origen vegetal o animal, la materia orgánica es sus principales componentes.
Toda la materia orgánica es inestable y por lo tanto susceptible de degradación por la acción de microorganismos o descomposición biológica y reacciones químicas. Los sustratos que contienen materia orgánica presentan una actividad química propia, aportan nutrientes a las plantas en la medida que la materia se desintegra. Además del aporte de nutrientes, transforma los cationes metálicos en complejos solubles disponibles para las plantas, reduciendo la fitotoxicidad de los mismos. Otra característica de la materia orgánica es que puede retener hasta 20 veces su peso en agua, ayudando a mantener la humedad de los sustratos (Burés, 1997; Gosntincar, 1998).
La materia orgánica tiene su origen en los restos vegetales y animales. Está integrada por diferentes compuestos de naturaleza orgánica, principalmente compuestos de carbono. Cuando el proceso de degradación de la materia orgánica no se ha concluido se manifiestan una serie de deficiencias, entre las cuales destacan; clorosis de las plantas por falta de nitrógeno, libración de elementos y sustancias tóxicas, cambio del balance de la relación carbono/nitrógeno (C/N) y la disminución del volumen. Para evitar esos problemas, los materiales de origen orgánico deben ser sometidos a un proceso de compostaje, para estabilizarlos antes de usarse como sustrato.
El composteo o compostaje es una fermentación, bajo condiciones más o menos controladas, que ocurre por la acción de los micro organismos, como hongos y bacterias que desintegran la materia orgánica, transformándola en humus y liberando diversos elementos nutritivos.
El humus constituye el producto final de la descomposición de la materia orgánica, junto con los elementos mineralizados. Tiene un papel importante en la disponibilidad de micro nutrientes para los cultivos ya que forman complejos con los metales como el hierro, manganeso, cinc y cobre. Además contribuye a mejorar la absorción de fósforo, nitrógeno, potasio, calcio y magnesio.
La materia orgánica también puede albergar micro organismos patógenos, elementos supresivos de patógenos y hongos. Así mismo puede poseer actividad enzimática y reguladora del crecimiento, por lo que no esta de más realizar los análisis correspondientes.